Si me preguntaran qué acontecimiento deportivo me hubiera gustado presenciar sería el de aquella mañana de mayo de 1954.
Si me pudiera meter en el tunel del tiempo acudiría a ese 6 de mayo a la coqueta pista de atletismo de la Universidad de Oxford en Londres. Un estudiante de medicina bajó por primera vez de los 4 minutos en la distancia de la milla (1609 metros) convirtiéndose en el primer ser humano en romper esa frontera física y a la vez psicológica.
Los años cincuenta estuvieron repletos de hitos, tiempos de iluminados y de descubrimientos. En 1953 se había conquistado el Everest y en esos años cincuenta se lanzó al espacio el primer satélite y se realizó el primer transplante de órganos. La modernidad llamaba a la puerta.