El americano Billy Mills no cuenta para las quinielas olímpicas de Tokyo´64. Es un perfecto desconocido. Última vuelta, un codazo lo manda a la calle 3 y parece que todo está perdido. Pero la reacción en el sprint final y la voz quebrada del asombrado periodista hacen que este 10.000 pase a los anales del Olimpismo.
Otra visión de la misma carrera en color: Billy Mills