Hoy estoy nostálgico. Oyendo una cassette de los 90, sus antiguas canciones me han transportado al pasado.
Eran años en los que todavía se trataba de usted a los profesores en la Universidad y el vinilo empezaba a retroceder frente al CD digital. Y, ahondando en el recuerdo, me he imaginado con mis primeras zapatillas específicas de correr. Antes había llevado unas Paredes o Yumas de cuero que, como todos los niños, maltrataba en los patios asfaltados de mi colegio. Fue entonces cuando después de convencer, tras una dura negociación, a mis padres, se vio la necesidad de adquirirlas porque eran más «convenientes» para correr.
Por 8.000 pesetas ( 48 euros de ahora) me las llevé a casa en 1.983. El olor a pegamento que emanaba la caja recién comprada me prometían, era un niño, ensoñaciones de récords y de triunfos. Las zapatillas en cuestión son las de la foto de más abajo. Los puntitos de su suela menguaban en cada salida, el cosido del antepie se deshilachaba por momentos,…pero yo era feliz porque eran ligeras. Me sentía privilegiado por poseer la última tecnología americana en mis pies. Las cuidaba como oro en paño y me proporcionaron momentos inigualables. .
Después de las primeras Nike, vinieron las Saucony, Brooks, New Balance, Adidas, Asics y Mizuno. Llevo toda una vida usando zapatillas, tantas como kilómetros en mis piernas. A una media de 12 por año desde hace más de una década. En mi trabajo, en una tienda especializada en atletismo, me dedico a prescribirlas. Los comerciales de las marcas deportivas llegan año tras año para presentarnos las nuevas colecciones, con nuevos colores, nuevas tecnologías y un sinfín de mejoras que sólo el paso del tiempo dirá si están sustentadas en la verdad o en la moda y el snobismo.
Entre las que he usado y las que he vendido, aún salen unas cuantas.
Si eres un lector asiduo a este blog te habrás dado cuenta de que, de manera consciente, intento no promocionar productos que puedan ser adquiridos en un comercio. Mis aportaciones intentan trascender lo material y ser válidas para casi cualquier momento de nuestras vidas. Necesitamos, en la tienda, vender para sobrevivir, pero os puedo asegurar que no intento engañar a nadie. Este deporte se fundamenta en la verdad, la verdad de lo personal y por lo tanto de lo subjetivo, de lo que le vale a uno y no al otro.
Muchos corredores vienen a la tienda buscando la zapatilla perfecta. Y no existe.
Se quedan mirándola como «Forrest Gump», y parece que quieran hablar con ellas. Y nada,…silenciosas y desafiantes les miran y se ríen, pobre iluso. Parecen balbucear timidamente e insinuar: «…la salud está dentro de ti y la tienes que hacer valer afuera y nunca al revés».
Michael J. Fox también parece mirarlas en «Regreso al Futuro». Así lo hacen tantos y tantos corredores que llegan medio-cojos a por una zapa que les alivie o haga desaparecer enteramente sus dolores.
¿Realmente los ingenieros se esmeran en hacer zapatillas que nos hagan mejores corredores? Por supuesto que si. El progreso también se manifiesta en la industria del calzado deportivo. Pero, no lo olvides, la necesidad de tener unos pies fuertes y armoniosos es una obligación que nunca pasará de moda.
Las zapatillas y su evidente tecnología no debieran hacernos olvidar que unos pies (26 huesos, 33 articulaciones, 107 ligamentos, 60 tendones y 30 músculos) protegidos por una necesaria amortiguación y los convenientes elementos estabilizadores, no nos da carta blanca para dejar de fortalecernos y así evitar fascitis, neuromas y un sinfín de lesiones ocasionadas por una mala técnica y una debilidad consentida durante años.
Os adjunto, para ilustrar la importancia de la estructura del pie, un vídeo que ejemplifica los cuidados que debemos adoptar para evitar lesiones.
Nosotros también nos dedicamos, de una manera similar, a bailar sobre el asfalto.
Amigo:
Como siempre, sabio en tus reflexiones. Vivimos en una sociedad en que lo importante es el meta y no el camino. Hay que conseguir tiempo como sea y ya, con zapatillas que reboten o con suplementos que nos conviertan en Superman, en vez de invertir tiempo y poner la “inteligencia” en aprender a correr y evolucionar en la técnica.
Como sabes, he estado un año corriendo con zapatillas minimalista y ahora llevo casi un año corriendo con sandalias. Nunca he dusfrutado tanto del running y he hecho mejores tiempos. ¿Por las sandalias? Tengo claro que no, ha sido porque me he preocupado de mejorar la técnica. El correr con sandalias no te permite correr mal, o corres bien o vuelves a las zapatillas.
Tú que eres bien pensao, crees que las marcas se esmeran en diseñar zapatillas que nos hagan mejores corredores, yo por el contrario creo que se esmeran en hacer zapatillas que nos hagan cada vez más dependientes de ellas.
Enhorabuena por el post, como siempre, muy bueno.
Gracias Fermín
Tus aportaciones con respecto a la técnica y el darte cuenta de la importancia de correr bien para poder ser minimalista, son un soplo de aire fresco a tanta confusión.
Un fuerte abrazo desde Zaragoza
Juan
Jolín, en esta fase de mi «aprendizaje», comentarios como el de Fermín me animan a seguir progresando en mejorar la técnica de carrera.
No se si llegaré a correr con zapatillas minimalistas o no, solo se que desde que he empezado, ahora no quiero parar. Por lo menos, desgasto las zapatillas no con el talón sino por el metatarso.
Gracias a los dos.
Ánimo Juan Carlos!! Yo ya hace años que no uso zapatillas minimalistas, corro con sandalias o descalzo y cero lesiones y mucho disfrute. Técnica y paciencia!!
Gracias Fermín!!!
Desde que comencé a tomarme más seriamente el cambio de técnica y abrazar el minimalismo, mi hernia no ha vuelto a molestarme ni mi cuadriceps izquierdo 🙂
No se si será porque todavía estoy en fase de adaptación y hago máximo 6 km (puede), pero confío que el cambio de técnica me sea beneficioso. No aspiro a llegar a correr descalzo, me conformo con tener una buena técnica de carrera.
Además, este fin de semana por fin tuve un feedback y ya se que voy bien, que hago bien el apoyo. Mi mujer me ayudó «persiguiéndome» con la bicicleta…ja ja ja…Lo malo es que me ha dicho que no hago bien el movimiento de brazo izquierdo (otro punto a mejorar, ese es más duro por que sigo con los efectos de una hemiparexia izquierda (sugerencias?)). Ya se porqué se me carga el trapecio derecho :´-(
Salud y kilómetros, nos vemos por los caminos.