Muchos de mis atletas se estancan en su evolución a la hora de mejorar la técnica de carrera. Con el uso de vallas de diferentes alturas conseguimos que la coordinación y la amplitud de movimientos sean de obligado cumplimiento. Es lo que tiene enfrentarse con un elemento «hostil» que nos obligue a subir las rodillas y tener movimientos más reactivos.
En el primer ejercicio que planteamos empezamos con la altura más pequeña ( 20 cms) para ir cogiendo confianza. Las vallas imponen respeto. Buscamos ir altos de caderas, altura y amplitud en los movimientos. Los brazos son los que nos proporcionan equilibrio e impulso en nuestros movimientos.
En este segundo ejercicio subimos la altura a 60 centímetros. El apoyo de antepie se hace imprescindible y por supuesto la altura de la cadera.
En el tercer ejercicio que planteamos se trabaja la amplitud de zancada. Es importante ir altos de caderas para que, a pesar de exagerar el lanzamiento de la pierna de ataque, impactemos con el antepie y no a base de saltitos. Las vallas hay que pasarlas y no saltarlas.
En este ejercicio pasamos las vallas lateralmente. Es importante el uso adecuado de los brazos que como veis son alternos a los pies. Subimos la rodilla izquierda y el brazo derecho.
También podemos aprovechar las vallas para hacer ejercicios de multisaltos: primeros de triple, segundos de triple, salto a la pata coja, salto con pies juntos.