¡Qué agradable sensación tuve, hace tres días, al traspasar la linea de meta después del fiasco del año pasado! Un alivio seguramente comparable al que experimenta el estudiante al superar una asignatura esquiva en la última convocatoria.
No fue agradable, hace un año, tener la responsabilidad de llevar el globo de 3 horas en el maratón de tu ciudad y no llevarlo a buen término. La vida, y la deportiva no es ajena a ella, es la suma de fracasos y, rara vez, de algún éxito. La maratón te sumerje impepinablemente en el sufrimiento físico y moral, y es cuando perseveras y le ganas la partida cuando te lo devuelve con lágrimas pero, esta vez, de felicidad.
Mentiría si dijera que la organización me pidió que llevase este año el globo de 3h 15 min. Me ofrecí. Necesitaba enmendar el entuerto. En el deporte de las segundas oportunidades no iba a dejarla pasar. Porque los atletas tenemos un punto de obstinación y de búsqueda de la perfección que algunas veces nos hace daño.
Llevar a un grupo de corredores a un ritmo constante de 4.37 min/km y hacerlo sin brusquedades, teniendo en cuenta el perfil de la carrera, ésa era la misión.

Gráfica del pulso (linea blanca) y del ritmo (linea amarilla) registrados en mi Maratón de Zaragoza.
La organización del Maratón de Zaragoza de 10. Me considero parte de ella. El cambio de fechas para el próximo 2 de abril de 2017 (y dejarla fija todos los años en ese mes) era una silenciosa demanda de muchos zaragozanos que hará de esta maratón una de las cinco mejores de España.
Su calidad se medirá por las marcas, por el número de participantes, por el retorno económico para la ciudad del Ebro, por la implicación de sus gentes en un evento deportivo de primera magnitud pero sobre todo por el cariño con el que se la ha cuidado cuando todavía estaba en pañales y era pequeña.
Ahora, que ya ha cumplido su décima edición, da una vuelta de tuerca y se reinventa. La acompaña de una media maratón a celebrarse el 12 de marzo y así sumar participantes del vivero que siempre será una media tres semanas antes.
¿Que eres de fuera y nunca has corrido en Zaragoza? ¿ A qué esperas?
Que no te engañen, que el cierzo sólo sopla cuando las isobaras se juntan y los de aquí, a base de amable tozudez, no dejaremos que eso ocurra el día del maratón.
Con la necesidad imperiosa de llegar en el tiempo pactado pero sin urgencias, me adentro en los kilómetros. A un velocidad de 13 kilómetros por hora dejo que pasen los minutos. Hablo poco, concentración máxima. No puedo fallar.
Pasamos por la esquina de la Avenida Tenor Fleta, la misma donde el año pasado estaba Ernesto animándome. El 18 de julio se nos fue al cielo después de un cáncer fulminante. ¡Cuánto te echo de menos amigo!
Llegamos al kilómetro 35, el kilómetro fatídico del año pasado. Estoy intranquilo y expectante. Cada metro una conquista. Cada minuto, uno menos para poder definitivamente parar. El pulso medio final arrojará la cifra de 139 en meta. Los kilómetros han hecho su trabajo y muscularmente voy jodido. Empieza de verdad la carrera.
Hemos llegado a la calle D.Jaime, estoy salvado, ya sólo el último kilómetro me contempla. Las dudas se disipan por fin y saboreo la explosión de gozo que supone siempre terminar.
Entramos en la plaza del Pilar, es el paraíso, a 50 metros de meta cierro los ojos. Avanzo en tinieblas porque la luz me está esperando más allá del arco de meta y me obliga a cerrarlos. Me abrazo a todos los que se acercan a darme las gracias. La vida es un abrazo o la posibilidad de que lo sea. Transcurridos los primeros momentos, y ya a solas, me siento en el suelo en un rincón de la Plaza. Ha sido un verano difícil. El que me conozca sabe de qué le hablo. Si he de llorar por algo siempre éste será mi mejor momento. En ese minuto libero a los prisioneros o por lo menos les doy un reconfortante paseo por el patio.

El padre de esta niña me pidió el globo para su hija a mitad de carrera. Le dije que la condición era llegar en menos de 3.15. Lo cumplió.
En abril será otra la historia. Cada maratón tiene la suya.
¡Enhorabuena! En abril me gustaría vivir esta historia tan bonita…
Venga Paula. En Navidades empiezas con la operación turrón jijijiji
Un besico
Juan
Por dios qué bonito. Enhorabuena, campeón. Eres la bomba.
Conchi: Cualquier metro, aunque aparentemente sea desagradable o molesto en recorrer, es necesario y provechoso aunque de primeras no lo veamos.
Un beso
Juan
Enhorabuena por cumplir con el objetivo y por tu liderazgo. Aprovecho para preguntarte, ya que mi objetivo será 3h15 en el maratón de Valencia ¿en tus tiradas largas de preparación has llevado un ritmo constante o ha sido progresivo (de menos a más)? ¿podrías decirme los ritmos? Muchas gracias y un cordial saludo
Hola Miguel Angel. Te recomiendo ritmo progresivo en general. Empezar a 5.00, rodar mucho tiempo en 4.40 y los últimos 5 kilómetros a 4.20-25. Mucha suerte y al toro.
Un saludo Juan Romero
Enhorabuena por el objetivo¡ llevo siguiéndote desde que empece en esto(solo un año) y se nota que amas y disfrutas haciéndolo¡ este año he debutado en la maratón de aquí y hasta que no lo vives nadie sabe la sensación…brutal¡
un saludo¡
En Abril te esperamos que nos guíes en la liebre de SUB3!! Enhorabuena por quitarte la espinita, crack.
Gracias Jorge. No sé si haré de práctico de nuevo. Me gustaría bajar de 2.48 en la siguiente. Pero no sé dónde. Falta mucho hasta abril, lo que me queda claro que a tu sub-3 le quedan sólo 6 meses.
Un abrazo figura
Juan