Cuando me tienen que contar cuestiones personales, mis atletas me escriben sus pensamientos y sus cuitas. Pienso que algo bueno se estará haciendo cuando llegan a sentir sus cuerpos y sus vidas con tanto mimo. Os transmito una de ellas:
«Juan, cuando termine de escribirte me irá a correr, llevo sin hacerlo 8 días. Para un mortal no es mucho, para mi ha sido largo. Al terminar el trote sabré si puedo olvidar la molestia, o si debo de darme más tiempo para volver al ruedo. En principio nada complicado. Cuando me contaron las alternativas: parar una semana o dos meses más adelante; se me hizo sencillo hacerlo. Creí que no afectaría para el maratón de Zaragoza del 15 de abril. Sólo una semana no significaría perder forma.
He estado 8 días sin correr, y me ha servido para darme cuenta que estaba pasado de rosca, que no se puede estar a tope en todo y en todo momento. Me estaba autoengañando, o al menos así lo siento. No tenía buenas sensaciones, ni el peso correcto, y aún con esto seguía pensando que era indestructible, que podría competir y bajar tiempo. Llevo todo el invierno sin disciplina en el comer, en el sueño, engañando series, saltándome rodajes… ¿Por qué? Me falta motivación y mi motor tiene hambre. Tras 4 maratones bajando tiempos y dos años sin frenar, mi cabeza me estaba pidiendo tregua.
No me bajo del carro, no voy a dejar de empujar. Pero quiero retomar la esencia, la felicidad, y volver a los básicos. He errado el tiro, he difuminado el enfoque. Me he metido de cráneo en la vanidad. Empecé a correr por el placer que me proporcionaba hacerlo, comencé a entrenar buscando mi límite y la dopamina de la mejora me ha enganchado. Te parecerá estupidez, pero sentir que soy el rápido del grupo de entrenamiento me ha quemado.¿Extraño verdad?, no dejo de ser el mismo mediocre amateur, pero los comentarios que me estimulaban al principio, ahora noto que pesan y molestan.
He perdido la esencia, el disfrute: es cierto que el maratoniano vive cómodo en el sufrimiento, en la agonía y en la privación. Pero cuando esto no da espacio al disfrute, se come el placer y deglute obligación. Si planifico una prueba quiero ganar tiempo, si hago series quiero ser el más rápido… ¿Sabes?, ya no me apunto a carreras cuando no estoy al 100%; triste, ¿verdad?
Con la distancia del parón lo he comprendido, correr se ha convertido en obligación y en presión por mejorar y no defraudarme. Echo de menos el inicio: apretar dientes para seguir a Mariano, tus regalos al dejarte ganar alguna serie, los minutos ganados en las pruebas… ¡las ganas de volver a entrenar al terminar!
Sería injusto por mi parte culpar a la búsqueda de mi límite: profesión, familia y formación se han juntado ofreciendo sus peores caras en estos meses. Stress, desajustes en casa y cursos me han “apretado las correas”. Y mi válvula de escape se ha convertido, pásmate, en un tornillo que aprieta más las vueltas….
Me rajo del maratón de Zaragoza oficialmente. Seguiré el plan, y si me veo bien para disfrutarlo, quizá lo haga. O puede que haga el 10K que se celebra ese mismo día, o nada en absoluto, y sólo correr y devorar kilómetros sitiando la ingravidez, la levedad del ser, la cadencia del ritmo, la felicidad…. Eso es lo que ansío ahora mismo.
No te preocupes amigo, estoy bien. He comprendido.»
Gracias Alberto, estás en el camino correcto.
Buenos días, a ambos.
Totalmente identificado con la situación. Tenía en mente correr la media este año (primera vez) pero una fibrosis del gemelo izquierdo se ha complicado y me está llevando tiempo recuperar.
Estoy leyendo el libro Nacidos para Correr, me incluye. Yo también soy un corredor del montón, de muy el montón, y también había empezado a no correr solo por placer, buscaba mejorar y bajar tiempos.
Este lunes salí a correr. Decidí que tenía que cambiar de forma de correr. Acabé cambiando la fecha de consecución de la meta, siguiendo con el mismo rumbo, pero aplazando el viaje. He decidido seguir viajando pero disfrutando el camino. Ya llegará otra media.
Me siento identificado con el comentario de hoy. Creo que los sentimientos son muy parecidos. Añado a mis mantras: pie ligero, caderas altas, exhala todo el aire y … DISFRUTA con cada zancada.
Buenas, mi comentario de disfrutar, hay que entenderlo desde el punto de vista de AFICIONADO.
El nivel profesional o semi profesional (ritmos medios por debajo de 4 min/km), obviamente, no entrarían aquí.
Buenas amigos. Llevo un tiempo en el que mi sentimiento es el mismo, el correr por obligación y no por el placer que me produce. Quizás por llevar poco tiempo, no sabia si tomarme un pequeño descanso de varios días.
Qué me recomendáis los más veteranos?
Un saludo.
Hola Alejandro
Haz caso a Alberto.
Un saludo
Juan