¿Y si te suspenden la maratón 36 horas antes de celebrarse?

Escribo esta semana, a partir del caso concreto de la Maratón de Zaragoza 2018, para concluir en algo que pueda ser común a todos vosotros, corredores. Ser parte implicada (voy a correrla) me ha ayudado a ponerme en la piel de los más de 1.200 corredores que hemos tenido que encauzar la frustración de no poder correrla hace veinte días, que era cuando estaba prevista. Gracias a Dios, tendremos la oportunidad de estar en la línea de salida en diez días, el próximo 13 de mayo.

La maratón se iba a celebrar el 15 de abril y sobre ese guarismo pivotaba todo el entrenamiento. Dos días antes, el viernes 13 por la tarde, tras muchos dimes y diretes, se anunciaba oficialmente su suspensión. Amargo trago para el que lleva 16 semanas pensando en esa fecha como si fuera el día del juicio final. Poco habitual que suceda algo así, pero que confirma una vez más que la única seguridad que podemos albergar sobre el futuro es la de que moriremos. El resto de asuntos están en suspensión, flotando en el aire como el polvo que perezosamente intenta posarse y nunca aterriza. Ya pasó en la Maratón de New York, Málaga o Boston, cuando se anularon también por catástrofes naturales.

Junto al «alma mater» del Maratón de Zaragoza, David Constante: Corredor, emprendedor y buen amigo.

La crecida extraordinaria del río Ebro (2.307 metros cúbicos por segundo en el momento más álgido) hizo que todas las fuerzas vivas de Zaragoza tuvieran que estar en atender las necesidades de los ciudadanos en tan penosa situación. Entrar en el debate de si pudo ser evitable su suspensión, ni me pareció interesante entonces ni tampoco ahora. Lo que sí creo, sin temor a equivocarme, es que la Maratón de Zaragoza va a salir reforzada y crecerá impetuosa como lo ha hecho nuestro Ebro. Estamos en muy buenas manos. Tiempo al tiempo.

Un meme ingenioso. Sin humor lo llevas claro…

El hecho cierto es que, mira que hay problemas más importantes en el mundo, pero a cada cual le pica el suyo. El vacío existencial estaba servido y encajarlo, 36 horas antes, cuando la preparación física y mental está tan a punto (el tapering o supercompensación, que así se llama) fue complejo, un auténtico shock. No sabía si quería que se celebrase o se suspendiera definitivamente. Dos disyuntivas y las dos igual de malas. Huérfano de meta, de misión, de objetivo pero, a la vez, intuyes (en un plano teórico y en esos momentos no estás para teorías) que el proceso de reconstrucción debía de empezar cuanto antes y el primer paso era tomárselo con humor.

Cuando lo fetén se va al carajo es desagradable aceptar lo incierto y que ya no controlas. El futuro inmediato se te aparece oscuro, muy oscuro pero sientes la obligación de cambiar la mente y positivizar las circunstancias adversas, ¿No es la maratón de Zaragoza la carrera de los Valientes? ¿En qué cojones se ha de notar? Supongo que en darle la vuelta a la situación como a un calcetín. Utilizar lo que va pasándote en tu vida de corredor como espoleta para pensar (y no es descabellado hacerlo después de la buena preparación del invierno) que será, al fin, la maratón de tu vida.

Todo lo que no esté de tu mano es tontería que te preocupe. Se cumple la máxima de » Si tiene solución, de qué te preocupas y si no la tiene, pues con mayor motivo deja de preocuparte, porque no tiene solución». Lo primero que me vino a la mente fue la canción de Jorge Drexler titulada «Todo se transforma» y que afirma sabiamente que nada se pierde. Ya en el pasado viví, en propias carnes, cómo aproveché la preparación de una competición de 100 kms, de la que me retiré en el Km 70, pero que al mes siguiente me sirvió para ganar la Bajada del Canal, una carrera de 92 Kms que discurría por el Canal Imperial de Aragón, de Tudela (Navarra) hasta Zaragoza (Aragón).

Porque la vida nunca es lineal y nos suceden muchos acontecimientos imprevistos que nos tuercen el gesto. Correr nos debería servir para aumentar la tolerancia al fracaso aunque, cuando lo palpamos en nuestras carnes, tendamos a rebelarnos. Una cosa son las frases huecas y bienpensantes y otra muy distinta la aceptación alegre de lo feo. De nada te sirve pensar «…que hubiera pasado si», incluso si lo haces te hará daño. Se impone, como lo hizo el Ebro, el presente: el ahora.

Reconóceme que sólo hay dos momentos importantes en nuestras vidas. Sólo dos. Y no lo son, gracias a Dios, ni el 15 de abril ni el 13 de mayo, no poseen la radicalidad de lo que los católicos rezan en cada Avemaría: «…ahora y en la hora de nuestra muerte«. Si encajas con acierto tu presente estarás dándole sentido y aceptando tu pasado y poniendo una alfombra roja a tu desasosegado futuro.

8 comentarios en “¿Y si te suspenden la maratón 36 horas antes de celebrarse?

  1. Hola Juan, comparto totalmente tus palabras, yo tb me quede un poco en tierra de nadie, sin saber que hacer cuando anunciaron la suspensión, sobre todo dudas a nivel mental por si se me hacía muy larga la preparación, sin embargo una vez métido ya en tappering otra vez, corroboro tus palabras, ya que tras ese pequeño descanso, mi punto de forma es superior al de hace un mes ( mismos entrenos, igual intensidad 7-10 s más rápidos)
    Tras compartir unos kilómetros contigo en el 10k del roscón, espero volver a coincidir el día 13.
    Un saludo Juan

  2. Al menos eres de los pocos cercanos a la organización que reconoce que ha sido una «putada» (permite me el exabrupto) a nivel del corredor y no solo pecuniario para los que la organizan (que no veas lo que escuece, además, leer por todas partes que si los gastos por aquí, que si no se devuelve el dinero por allá, etc.).

    Que sí, que vale, que también … pero que al igual que el corredor asume que lo improbable por lo imprevisto pueda suceder (como en esta ocasión) y no ha parado de apoyar a la organización (frente a un Ayuntamiento insensible y poco previsor … que las crecidas no son cosa de ayer, que ya sufrimos una gorda en 2015 y estamos en las mismas) en las redes sociales, la organización tiene que asumir las posibles pérdidas y compensar a los que venían de fuera y reservaron hotel, a los que tenían su calendario deportivo cuadrado y tendrán que hacer filigranas para volver a cuadrarlo o no podrán y perderán el importe del dorsal (la vida da muchas vueltas en un año deportivo como para «guardar» el dorsal un año), etc.

    En cualquier caso, te agradezco este post «valiente» del que otros deberían aprender.

    • Hola Miguel Angel,

      A pesar de estar ya fuera de la organización del Maratón de Zaragoza, conozco personalmente a los organizadores.
      Y desde el conocimiento profundo de las personas e incluso de la infraestructura y dificultades que se necesitan solventar para colapsar una ciudad como Zaragoza durante unas horas, te diré que el Maratón de Zaragoza no es una actividad con la que te forres y en el que el ratio minutos dedicados/euros es del todo ridículo.
      Si no hubiera una voluntad férrea por sacarla y porque detrás de todo hay una tienda minorista que intenta subsistir gracias a las zapatillas que se puedan vender con motivo del maratón, te aseguro que si no fuera por eso….su organización sería un marrón que nadie estaría dispuesto a asumir.
      El maratón de Zaragoza tiene un presupuesto modesto y te aseguro que las cuentas están saneadas porque se ajustan al milímetro los ingresos y los gastos. No se te olvide, que en cualquier actividad empresarial hay que contar con unos gastos fijos y unos «impuestos» que hay que afrontar aunque incluso nunca llegase a celebrarse.
      Si el maratón de Zaragoza tuviera que asumir las pérdidas de todos los participantes que no han podido correr sería inviable. Los organizadores irían a la cárcel por no poder hacer frente.
      Nadie se hace rico organizando carreras, salvo que la demanda superase la oferta. En el caso de Zaragoza te puedo asegurar que miran a diario el número de inscritos porque si se apuntasen 300 sería deficitaria.
      Te aseguro que, además de los corredores que no han podido correr el día previsto, los que más lamentan que no se celebre el día marcado son los que organizan. Y no precisamente por lo económico. Son corredores y son plenamente conscientes de lo que supone una suspensión. No es plato de buen gusto y para ellos los primeros.
      Zaragoza tiene la suerte de contar con David y con Juan Mari. Gracias a ellos, la maratón de Zaragoza es una realidad y los corredores unos privilegiados.

      No sé qué tiene de valiente mi post. En cualquier caso te lo agradezco. Te aseguro que duele, y mucho, ver la inquina de los comentarios hacia la organización en las redes sociales. La ignorancia es muy atrevida y la injusticia con la que se juzga flagrante. Me remito a lo dicho en el post: ni antes ni ahora tiene sentido gastar muchas energías en despotricar o buscar culpables. Las energías son justa para terminar una maratón y hay que reservarlas todas para el kilómetro 32 y siguientes.

      • Yo estoy en dudas, voy , no voy… ahora mismo me veo más floja que hace unos días.Mentalmente estaba encaminada a ese día, con ganas de que llegara ese día para ponerme con otros planes y otra preparación: temporada de bici.¡Quitármelo de encima! A tan pocos días voy a ir por la organización, por hacerlo, por cumplir conmigo misma y la persona que me apoya, por respeto y deber con la distancia… pero creo que no me va a salir como se supone que me tenía que haber salido ese día. En fin, allí estaremos sin perder respeto a esta distancia. Juan, un abrazo enorme.Ya sabes que te sigo y te admiro.

  3. Yo estoy en dudas, voy , no voy… ahora mismo me veo más floja que hace unos días.Mentalmente estaba encaminada a ese día, con ganas de que llegara ese día para ponerme con otros planes y otra preparación: temporada de bici.¡Quitármelo de encima! A tan pocos días voy a ir por la organización, por hacerlo, por cumplir conmigo misma y la persona que me apoya, por respeto y deber con la distancia… pero creo que no me va a salir como se supone que me tenía que haber salido ese día. En fin, allí estaremos sin perder respeto a esta distancia. Juan, un abrazo enorme.Ya sabes que te sigo y te admiro.

  4. Yo después de debatirlo conmigo misma… no voy a ir. Superado en bajoncillo inicial, he rehecho el calendario (lo rehice antes de saber la fecha) e iré a Laredo. No sé si llegaré mejor o peor porque lo quiero combinar con monte (tengo dorsal para Peñalara y la 8k de Tena) y eso es más complicado (de momento el asfalto manda). Me costó un poco decidirme porque yo también tenía ganas de hacer la maratón para pasar al monte y a otro concepto. Pero el caso es que el día previo a Zaragoza correré en Boltaña, que era mi idea inicial de haber sido todo lo previsto…
    Me produce una mezcla de sentimientos porque correr en tu ciudad, rodeada de gente que te anima por tu nombre y te conoce, no tiene precio, pero admito que no me la he querido jugar después de dos puentes (uno de ellos con viaje ya planeado). Me da una cosilla rara porque era como la última maratón de asfalto en tiempos que pensaba hacer…
    Nunca he dudado de la organización y de sus deseos porque se hubiera celebrado, así que mi más sincero apoyo, criticar desde las redes sociales es muy fácil…
    Mucha suerte Juan, que vaya muy muy bien.

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