Maratón de Zaragoza 2018

Empezaré por el final (spoiler). No te esfuerces en seguir leyéndome si crees que lo único importante es la meta y desmereces el camino necesario para alcanzarla.

Ahora que ya sabes que mi alegría no es fingida, ahora que conoces que es imposible mentir en los últimos metros de una maratón, cuando vas a cruzar la línea de meta, porque se nos ven hasta las entretelas. Ahora que incluso yo mismo me emociono al recordar lo que sentía en esos momentos, te diré que, por suerte, mis seres queridos estaban en esa última esquina antes de traspasar el último arco de meta. Una linea final que desde el kilómetro 23 deseaba alcanzar cuanto antes pero que al llegar a la Plaza del Pilar, anhelaba sin embargo que nunca acabara.

Ahí estaban mis hijas que la providencia quiso que estuvieran esperándome en ese rincón de la plaza. Ahí estaba también mi hermano Pablo que, habiendo llegado a meta 4 minutos antes, vino a mi encuentro para animarme. Ahí estaban Toño y Aihnoa, que eran la representación de ese puñado de personas que tengo como mis más mejores amigos y que son sólo 7. Llegaba a la orilla salvadora de la meta y, sabiendo que estaba ya a punto de hacer pie, tuve la suerte de poder agradecer el cariño e intentar devolverlo con sinceridad.

En el puente del kilómetro 35 miraba hacia atrás para constatar el hueco existente que había con el corredor que venía a continuación y era considerable. Me motivaba para no cejar en el esfuerzo y así, por lo menos, mantener la ventaja. Intuía que la marca rondaría las 2 horas 56 minutos porque, aunque no llevaba reloj, sabía del paso en 1.25 de la media maratón y calculaba en 6 minutos la pérdida en la segunda media. Sabía que mis hijas estarían en meta y aunque no las viera, ocultas entre la multitud, ellas me verían gozar como un niño con su juguete preferido. Quiero transmitirles que correr es una fiesta aunque duela e incluso más porque duele. Que la vida es así y, aun así, merece la pena.

Sufría desde el kilómetro 23 viendo alejarse a mi hermano y al grupo, pero a la vez me alegraba por él. El que me conozca sabe que no me gusta perder ni a las canicas cuando se trata de correr, pero llevaba semanas visualizando lo que iba a pasar y que al final pasó. Mi hermano llegaba en el puesto 13º de la general con 2 horas 51 minutos. Me daba pena no llegar junto a él a la meta.

Juan, Paula, Pablo y Blanca

En el kilómetro 3 se había formado ese grupo de 10 corredores que hacíamos camino, entre ellos Alicia Pérez. Me veía en la obligación de dar la cara y tirar en algún tramo del recorrido. Que estuviera mi hermano incrustado era una llamada a cuidarlo y participar en su buen crono final. Le indicaba que se «tapase» y se aprovechase de la sinergia del grupúsculo.

Por la Avenida de Tenor Fleta, a la altura del kilómetro 14 junto a mi amigo Mariano.

Kilómetro 23, por el canal Imperial de Aragón, ya en solitario hasta la meta.

Muchos kilómetros por delante de lenta agonía. Pensamientos hacia mi amigo y compañero de pupitre del Bachillerato, Nacho Alegre, que falleció hace 13 días y al que le pedía fuerzas.

Los kilómetros que van del 23 al 42 se resumen en estas dos líneas: no desconectarse de la carrera, seguir empujando, regularse y poner en marcha el plan B, seguir manteniendo la fe, la esperanza y la caridad del que sabe que las maratones más sufridas son las más queridas, pensar que el maratón, si se tuerce, es más maratón. Y que soy feliz por tener la salud y el ánimo de poder pelearlo. Chispún.

Si de 12 atletas que he entrenado para la maratón, 8 hacen marca personal es que he conseguido motivarlos para que se dejen la piel entrenando a pesar del cambio de fecha. ¡Bravo por ellos !

Dos hermanos entre los 20 primeros de la Maratón de Zaragoza. Éxito familiar.

Tercer peldaño ocupado también por Pablo. Como dice Amaral: «Sin él no soy nada».

La constatación física de los 1.700 kilómetros realizados desde el 25 de diciembre de 2017.

¿Y ahora qué? Pues lo de siempre: seguimos en el camino y luchando por una meta. La vida también es una carrera para valientes.

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12 comentarios en “Maratón de Zaragoza 2018

  1. ¿Es tu hermano pequeño? Los hermanos pequeños vienen peleones 😉
    Yo el domingo lo viví diferente, desde la barrera. Fui a animar a mi hermana en su debut en la 10k, que la verdad que lo hizo fenomenal. Desde que me acompañó a la Media de Valencia le han dado ganas un poco más en esto de correr…
    Vimos pasar a un chico y dijo mi amigo Jorge que se parecía a ti y que era tu hermano (yo no lo sabía). Luego te vimos pasar a ti, estábamos animando a la altura del km 38, un repecho complicadete.
    Enhorabuena por pelear a Éolo, por la marca de tu hermano, y enhorabuena por tus alumnos. Yo espero darlo todo el 3 de junio, se hace largo el camino (también llevo un jartón de km, no tantos pero bastantes), pero como partía de cero como quien dice… no me viene mal, no.
    Aúpa!!

    • Hola Vanesa

      Somos seis hermanos y Pablo es el pequeño (14 años menos). Animo con la maratón que te espera.
      Lo del cambio de fecha y el viento no me parece reseñable en una crónica, transitar caminos comunes viviendo de la queja y en la excusa es poco maratoniano.
      Un abracico
      Juan

  2. Enhorabuena por la carrera y por la crónica Juan.
    Tuve el placer de compartir 23 km contigo el otro día, formando parte de ese grupo que comentas, para mi fue de gran ayuda, ya que pese haber entrenado bien, nunca me había movido en esos ritmos en una maratón( baje 21 minutos mi marca). Una pena no haber podido seguir más kilómetros juntos.
    Ahora a recuperar física y mentalmente para seguir dándole a esto que tanto nos gusta.
    Un saludo

    • Hola Alberto
      Enhorabuena por bajar 21 minutos. Olé y sobre todo en estos tiempos que todavía es más complicado.
      Sorprendentemente estoy mejor que antes del maratón. Muchas veces una carrera sirve para relanzar otras. A las 72 horas estaba ya con ganas de más marcha. Si se prepara una maratón bien, los dolores y la pesadez de piernas desaparecen mejor y antes.

      Un abrazo muy fuerte
      Juan

  3. Hola Juan:
    Mi enhorabuena por tu maraton y felicitar tambien a Pablo. Tu hermano.
    He leido tu articulo porque como tu, soy corredor y se lo que cuesta llegar a la meta.
    Mi felicitacion por tu marca, porque pasan los años y sigues estando ahi.
    Y entiendo perfectamente tus sentimientos, yo padre como tu cuando mi hijo esta esperandome en
    la meta es mi mayor fuerza para llegar.
    Ahora toca recuperar y volver a tener otro objetivo. Otra carrera donde dar el maximo, como siempre haces, compitiendo y entrenando.
    No pares de correr porque para mi eres una motivacion y un espejo. He tenido la suerte y el privilegio de compartir km a tu lado en la media maraton de Zaragoza y solo puedo decirte que ha sido un LUJO correr
    a tu lado. Sigo guardando tu dorsal regalado al final de la media maraton. Que por cierto es el 14 el
    mismo que llevaba Pablo.
    GRACIAS POR TODO CAMPEON.
    GRANDE JUAN

  4. Hola Juan, estuve contigo los 23 primeros km, y luego pude seguir con el grupo de delante… te vi sufrir, Juan, pero también intuí muchas de las cosas que cuentas en esta entrada. Mi primer marathon en Zaragoza, toda una experiencia. Gracias por el pequeño homenaje fotográfico que me has hecho!

  5. Enhorabuena Juanillo!!!

    Me emocionaste con tu llegada a meta el domingo, te lo dije, quizá por saber en parte del camino sufrido hasta la gloria, quizá por saber desde hace ya unos añitos cómo siente y vive un tío como tú una maratón. Gracias por contagiar tu pasión por el running, por compartir flaquezas, grandezas y confidencias, por ser ejemplo y líder para muchos, por «desangrarte» en este blog cada miércoles, por tu confianza en mí una etapa más y por ser capaz de emocionar a un futbolero como yo con tu triunfo y hacerme sentirlo como si fuese mío propio.

    Ánimo durante muchos años más y siéntete orgulloso porque lo has hecho realmente bien.

    Un abrazo grande y un beso. Grande Juan.

    • Toño, querido toño,
      Sólo tú sabes de primera mano y en caliente, las cuitas y los dolores que me han desesperado en esta preparación. Tú bien sabes del componente espiritual, mental y emocional que afectan a lo meramente físico. Tú, experto en el cuerpo y en la relación entre sus partes, tú, que siempre tienes una visión holística de la persona, has entendido lo que un deportista comprometido necesita.
      Desde hace unos 14 años hemos aprendido mucho uno del otro. Está siendo un aprendizaje que nunca termina. Seguimos, gracias a Dios, sin saberlo todo.
      Un besico
      Juan

  6. Admirado Juan.

    Me alegró verte en el Pilar un rato antes de la carrera, me alegró ver que corrias con tu hermano, me alegró ver el tiempazo que hicisteis los dos, y me ha alegrado leerte ahora.
    Estuve en el Pilar y no quise interrumpir para saludar, estuve en la salida sabiendo que me enfrentaba a la maratón con una pésima preparación y sin saber si era la ultima o cuando podré volver a correr una, acompañé a un amigo mio y a unas pupilas tuyas en un grupito que formamos durante bastantes kms, y demasiado pronto, me entregué al sufrimiento de» ver que vas para abajo».
    Ni tengo tu experiencia, ni tu entrenamiento, ni tu «calidad» como corredor, pero se lo fundamental de la Maratón, hicimos la misma carrera y a la vez dos carreras que no tuvieron nada que ver. Llegué con mi peor tiempo, destrozado, con todos mis amigos y mi familia esperándome en meta, y llegué feliz.
    Es curioso que mientras me arrastraba por la calle Espoz y Mina oliendo ya la meta y sufriendo porque no llegaba nunca, vi la imagen que me hizo emocionarme este año, en un banco de la plazoleta de San Braulio, una chica ayudaba a quitarse las zapatillas a un chico que sentado en el banco sufria lo indecible porque no llegaba a los pies por los calambres, parecian novios. Me saltaron las lagrimas.
    Enhorabuena por tu carrera.
    La proxima si que me acerco a que me presentes a tu hermano.

    Un abrazo.
    Fer

    • Querido Fernando

      Tú también has conseguido arrancarme unas lágrimas. Me maravilla, nunca dejará de hacerlo, haber conseguido que escribas con tanto cariño y delicadeza hacia mi persona y en general hacia todos los corredores. Se me hace duro seguir en la brecha de desnudarme semanalmente contando intimidades y exponiéndome al «escarnio» público. Al final, aunque mi ego se alimenta y sería tonto no reconocerlo, me llena mucho más, y sobre todo, las sinergias y cosas positivas que (me cuesta reconocerlo, de verdad) se ve que genero en otros como tú. Gracias Fernando por tus palabras. Sigamos, tú y yo, recorriendo el camino de la autenticidad que este deporte nos brinda. Y ya lo sabes, somos iguales frente a los kilómetros que recorremos aunque cada uno tarde distinto tiempo.

      Un abrazo

      Juan

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