Sobre las virtudes

Les hablaba a los niños de primaria del colegio Montearagón de Zaragoza en su Semana Cultural. El tema era, aunque salieron otros, el deporte y más concretamente el por qué les gustaba practicarlo y verlo, del movimiento y de la felicidad intrínseca que experimentaban cuando salían al patio en la hora del recreo. La animada charla versaba, aquí su éxito, sobre sus ocupaciones, preocupaciones, afectos e intereses. Les preguntaba por el, a mi modo de ver, motivo de admiración hacia Messi o Ronaldo y que no era otro que la representación de un modelo de persona virtuosa en su oficio.

Un deportista es alguien que se esfuerza día a día en cultivar y adquirir unos hábitos operativos buenos. El que se propone vivir con perfección su deporte (cada cual tiene sus limitaciones y pelea por superarse a sí mismo) ha de ser inasequible al desaliento de lo que no sale a la primera. Debe de instalarse en el permanente inconformismo del que siempre ha de mejorar. Ejemplos hay muchos, desde Nadal hasta el que sienta que ha exprimido el limón de sus capacidades y su entrega hacia el deporte sea máxima aunque no salga en ninguna portada de periódico deportivo.

Porque esto trata no solo de querer ser mejor sino de seguir peleando cuando peor te sientes. Esto no va de conseguir marcas, títulos ni trofeos,…va de regalarte una forma de ser, una voluntad inquebrantable y una tolerancia a los reveses a prueba de bombas. Esto no va de correr únicamente contra el crono….va de viajar cada día al interior de uno mismo y conseguir lo que no se acaba nunca. Esto no va de carreras de larga distancia…va de una carrera que dura toda una vida. Esto no va de detener el crono lo antes posible….va de conseguir que las agujas de ese reloj nunca se detengan. Esto no va de luchar contra nadie…va de no dejar de luchar contra uno mismo y contra las pruebas que nos pone la vida. Esto no va de vivir soñando….va de vivir sueños. Esto no va de cuanto vas a recibir….va de cuanto estás dispuesto a entregar. Esto no va de ganar….va de que nunca vas a perder. Esto no va de quien querías llegar a ser….va de quien eras y en quién te has convertido. Esto no va de victorias ni derrotas….va de descubrimientos y aprendizajes. Esto no va solo de llegar a una meta….va de no detenerse nunca después de traspasarla. Esto no va de correr para vivir.. va de vivir para correr.

Los niños me preguntaron por las virtudes más necesarias en la vida de un deportista (corredor) y no tenía la respuesta pensada. Les enumeré unas cuantas: Prudencia, justicia, fortaleza, templanza, obediencia, laboriosidad, alegría, humildad, generosidad, paciencia, constancia, compañerismo, sinceridad, orden, confianza, serenidad, valentía, responsabilidad, respeto y madurez. Les animé a cultivarlas con inconformismo y deportividad. Nada está definitivamente conseguido.

El deporte es ese «nicho de mercado» que acumula muchos tesoros, tanto para el cuerpo, como para la mente, los afectos e incluso el espíritu. Ya lo dije en otra entrada de este blog: si el hacer deporte no te transforma y te hace mejor persona es que sólo te quedas en los aledaños, en los terrenos limítrofes de su esencia.

4 comentarios en “Sobre las virtudes

  1. Solo dire GRACIAS.
    Por lo escrito esta semana y por recordarnos los grandes valores del deporte.
    Del disfrutar dia a dia de eso que tanto nos gusta y apasiona.
    GRANDE JUAN

  2. He leído tu post y posteriormente lo he releído junto a mi hijo. Has expresado a la perfección ya no sólo las «virtudes de un deportista», sino la transformación que el deporte imprime en la personas que lo practican. Gracias y ENHORABUENA por tu post.

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