¿Eres corredor o runner? Será una pregunta sin importancia si te dan igual las etiquetas.
¿Intuyes cuál pueda ser la diferencia? ¿Serviría para algo esta distinción? ¿Tienes deseos de mejora o te conformas con lo que eres y haces actualmente?
En el origen de todas estas cuestiones está, a mi modo de ver, el sentido del humor. Porque, coincidirás conmigo, hay que reírse y mucho de uno mismo porque todo lo que empieza como en broma se puede acabar convirtiendo en una cosa muy seria. Mira -por ejemplo- lo que pasa con una discusión por una tontería que hace que no te hables con alguien durante días o con una relación afectiva aparentemente anodina que puede acabar siendo una decisión que te marcará para toda una vida.
La siguiente enumeración está sacada de un texto que leí y del que no guardo su procedencia. Al autor le pido disculpas por apropiarme de su ingenio.
Eres CORREDOR cuando:
-Tratas de convencer a todo el mundo de que corra 5 kms "porque eso no es nada".
-Te sabes las distancias a todas partes con una precisión de 0.1 km.
-Te parece que la diferencia entre 10 Km/hora y 11 Km/hora es inmensa.
-La enfermera se asusta porque tus pulsaciones están en cuarenta por minuto.
-Tus héroes son todos africanos y tú ya te estás pareciendo a ellos.
-Plátanos, pasta, agua y cereales son el 80% de tu dieta.
-No corres para adelgazar sino que adelgazas para correr.
-Te levantas más temprano los fines de semana que los días de trabajo.
-Los viernes te acuestas más temprano que el resto de la semana.
-Sales escondido a correr porque te da cosa decirle a la familia
que vas por tu segunda sesión del día.
-En un día "suave" corres 10 kms.
-En el cesto de la ropa sucia hay un sitio especial para la de correr.
-Cuando viajas, las zapatillas las cargas en el equipaje de mano.
-Eres el único al que no le importa que el ascensor no funcione.
-Ya nadie discute contigo porque sales a correr un 25 de diciembre.
-Corres 14 km, te duchas, te vistes y desayunas, y cuando el resto
de la gente se despierta te pregunta:"¿Qué pasa, hoy no corres?".
-No puedes correr en el gimnasio porque la cinta tiene un límite de 30 minutos
(de todas maneras correr en cinta te parece una mierda).
-Ves maratones por televisión.
-Los geles y los energy-bars te empiezan a saber bien.
-Mezclas Gatorade con agua porque "la concentración comercial no es la correcta".
-Desayunas a las 6 de la mañana.
-Te molesta la gente que llama "maratón" a cualquier carrera.
-La familia ya no te recrimina que corres mucho o estás muy flaco.
-Recorres en coche 160 Kms para una competición de 10 kilómetros.
-Te fijas en las zapatillas que usan otros.
-Sabes más de rodillas que un médico.
-Te puedes tomar 2 litros de agua seguidos.
Como ves, ser corredor puede llegar a ser una cosa seria. Si ya llegaste, sigue llevándolo con humor, seguro que habrás tenido que realizar un viaje que no todos habrán comprendido. Si quieres llegar a serlo, tienes todo mi apoyo porque vale la pena. Si has decidido que nunca serás corredor, también tienes mi respeto.
En definitiva, si has adquirido la capacidad de entrenar duro y en soledad, si tienes autonomía, será cuando podrás decir -con fundamento- que has mutado de runner a corredor.
Desde luego, la de adelgazar para correr, creo que puede ser la fundamental de todas, aunque me identifico casi con todas ellas. Hace poco me preguntó un compañero de trabajo que por qué corría. Que para qué. La respuesta es, simplemente, «yo corro porque esa es mi naturaleza, no necesito una finalidad para correr. Correr es una finalidad en sí misma.»