24 horas corriendo

Dentro de 10 días, el próximo sábado 23 de marzo de 2019 intentaré batir -en la pista de atletismo de 200 metros que posee el Colegio Bilíngüe Montearagón de Zaragoza- el récord de Aragón de 24 horas corriendo. Empezaré a las 12:00h del mediodía y terminaré a las 12:00h del mediodía del domingo 24.

pista de atletismo de 200 metros del Colegio Montearagón.

 

Os paso la entrevista que me hicieron -por este motivo-  para la web del colegio:

Juan, ¿Cuándo se te ocurrió plantearte este reto y por qué?

Será que necesito nuevos retos porque me he podido aburrir de repetir lo mismo cada temporada. Complicarme la vida me ha sido siempre necesario para seguir avanzando. Como dice Jack Kerouac :

-Tenemos que ir y no detenernos hasta que hayamos llegado.
-¿Adónde vamos?
-No lo sé, pero tenemos que ir.

En cuanto a cuándo surgió la idea, fue hace cuatro meses mientras corría. Es en esos ratos diarios cuando aparecen las mejores ideas. La mente divaga y se clarifican los anhelos. El movimiento repetitivo de correr me transporta a lugares y pensamientos altamente creativos. Los problemas y preocupaciones diarios menguan. Los propósitos y proyectos -por el contrario- se agigantan. Cobra vida la frase que dice: “Empieza por hacer lo necesario, luego lo que te es posible y un día acabarás haciendo… lo imposible.”

Cuéntanos por favor en qué consiste exactamente el reto.

Quiero conocer mis límites y estoy dispuesto a comprobar en mis carnes lo que supone estar un día entero dando idénticas vueltas de 200 metros. El componente mental tiene una importancia capital y es ahí donde me veo más fuerte. Ante mí tendré 1.440 minutos (24 horas) y necesitaré gestionarlos bien si quiero conseguir dar el mayor número de giros a la pista de atletismo. Ojalá llegue a las 1.000 vueltas (o lo que es lo mismo: 200 kilómetros).

Para que te hagas una idea, la maratón (que son 42 kms y 195 metros) vendrían a ser exactamente 211 vueltas a la pista. Esos 5 metros que sobran te los regalo… (risas) y las 789 vueltas restantes también.

¿Cuántos te han dicho que estás loco y cuántos te consideran un héroe?

Evidentemente predominan los primeros. Algunos no me lo dicen pero lo veo en sus miradas. Incluso personas allegadas me han dicho que estoy “mu loco” pero apostillan que “si alguien puede hacer esto, ése sólo puedes ser tú”.

En el 2018 corrí 4.367 kilómetros (apunto, como ves, en un diario la cantidad de kilómetros). En los últimos diez años he corrido 35.430 kilómetros y vengo de correr las maratones de Valencia y Sevilla. El trabajo ya está hecho.

Además del objetivo deportivo ¿Tenías algún otro objetivo en mente cuando te planteaste el reto?

Desde el primer momento tenía claro que, como educador, el ejemplo tenía que ser la herramienta fundamental para influir en la comunidad educativa. Profesores, padres y alumnos tenían que tener un referente si quería animarlos a que hicieran deporte.

Soy un enamorado del correr, lo tengo metido en vena. Y como entrenador que soy de niños y adultos, creo firmemente en el poder transformador del deporte frecuente y pautado en las vidas de las personas. Cuando corres, la productividad y la alegría aumentan y las virtudes implicadas hacen que lo aparentemente inútil, que es correr, sea fuente inagotable de provecho.

¿Cómo te estás preparando física y mentalmente?

Si preguntáramos a una madre primeriza, si está preparada ante su inminente parto, nos diría “de ninguna manera”, los nervios y la inquietud estarían saboteando su cabeza constantemente.

De igual modo, nada me asegura que vaya a salir airoso de este reto. Por eso, en estas últimas semanas me preocupan sólo dos cosas: llegar en plenas condiciones físicas (salud general) y que mi cabeza esté más fuerte que nunca. En estos dos años que llevo como Coordinador de Atletismo del Colegio he dado infinidad de vueltas a esta pista y te puedo asegurar que no me produce especial aburrimiento. Ya veremos cuando lleve 500.

Desde 2013 celebro todos los meses de julio mi cumpleaños en el Parque Grande de Zaragoza, corriendo el equivalente a mi edad en kilómetros. Ahí la vuelta es de 1.485 metros y os puedo asegurar que se me hace muy llevadero. Este año me “tocarán” 48 kilómetros…

Correr para nada es un castigo, sino al revés: siempre es una fiesta. Me divierte y me ayuda a enfrentarme al día a día con deportividad alegre.

¿Qué recursos son necesarios para llevar a cabo esta iniciativa?

El recurso más importante siempre será el humano. Estoy muy agradecido por la respuesta de las personas a las que entreno. Alrededor de 50 de ellas estarán disponibles ese día para echarme una mano en la logística y en los aplausos.

Además, de los casi 16.000 seguidores de Facebook, alguno que otro se acercará ese día al colegio porque querrá conocer de primera mano este evento. Será una manera estupenda de que conozcan nuestras instalaciones. Organizar algo que parece tan sencillo no lo es tanto. Todo está pensado al milímetro. Se celebrará a partir de las 12 horas del sábado una función de teatro en la sólo vale el directo y no hay segundas oportunidades.

Desde que se concretó la fecha ¿Has dudado o pensado en echarte atrás?

Te aseguro que intento no pensar mucho en ello. Si lo hiciera, saldría huyendo despavorido.

Dudas: todas. El vértigo que provoca este reto es elevado. Cuando lo que es proyecto se concreta en una fecha, aparecen los sudores fríos. La inmensidad de la distancia contrasta con la pequeñez con la que te enfrentas a ese día. Las primeras noches me ha costado dormir e incluso me he desvelado a mitad de noche con el pensamiento de no ser capaz de hacerlo.

Utilizando el símil de la madre embarazada, cuando comienzan las contracciones ya no hay manera de echarte para atrás. Cierras los ojos y procuras vivir en el presente que es lo único que existe. El único miedo que ha de tener un hombre en la vida es a tener miedo.

¿Qué es lo que más miedo te da de las 24 horas?

Como te decía antes, miedo a nada. El miedo es mi peor enemigo. Sólo intento combatirlo con realismo y planificación.

Tengo mucho respeto a la noche y a una climatología adversa. La noche porque llegará cuando esté a punto de cumplimentar las primeras 12 horas y por poco fresco que haga, tendré que abrigarme para que la temperatura corporal no decaiga. Importante ir tomando algún caldo caliente para las horas de la madrugada. En cuanto a la climatología, desconozco la amplitud térmica de ese día, pero sería deseable que entre la temperatura máxima y la mínima no hubiera muchos grados. Ojalá la velocidad del viento sea inferior a 20 Km/h y que no llueva. Si me dieran a elegir entre viento y lluvia, me quedo con la lluvia.

Me da mucho respeto también que mi carácter se agríe. La fatiga y los dolores que voy a sufrir -aunque voluntarios- se van a querer apoderar de mi mente y mis ánimos. La batalla está servida y saldré ganador si consigo llevarlo con alegría.

Cuéntanos alguna anécdota sobre cómo crees que van a transcurrir las 24 horas.

Las cuestiones más habituales que me hacen tienen que ver con asuntos de primera necesidad: Comer, beber, pipí-popó, frío, calor, sueño, rozaduras, masajes, ropa y zapatillas.

Intentaré ser esquemático:

El ser humano es capaz de asimilar -como máximo- 250-300 calorías por hora. De nada sirve meterle más y además necesitarías digestiones pesadas y restar energía a las piernas para procesarlo. Ese día gastaré alrededor de 6.000 a 8.000 calorías. Hay que comer y beber poco a poco. Con preestablecida rutina pero sin atracones. Si mi estómago se cierra soy hombre muerto.

Alimentación basada en: pasta, arroz, plátanos, puré, patata cocida, caldo caliente, café y sándwiches de paté y de Nutella.

Bebida: agua y sales minerales (sodio, potasio, magnesio)

Ropa de repuesto y varios pares de zapatillas.

Camilla de masajes y fisioterapeuta. Botiquín sencillo para posibles rozaduras.

La idea es llevar el 60% de la distancia total prevista cuando lleve la mitad (12 horas): 120 kms. En la segunda mitad de la prueba empieza de verdad la carrera. A base de Cacos (caminar-correr) iré avanzando e introduciéndome en la oscuridad de la noche.

En el Colegio estamos todos muy ilusionados con este reto y en el vídeo que nos enviaste -El 17 de febrero, desde la maratón de Sevilla- y nos animabas a participar ¿Cómo podemos colaborar?

La colaboración que pienso es -evidentemente- la de que os acerquéis al colegio a dar alguna vuelta por las calles exteriores de la pista de atletismo. Ojalá entre todos (Curiosos, amigos, atletas, profesores, padres y alumnos) suméis esas 1.000 vueltas en turnos y así acompañar mi soledad.

El movimiento se demuestra andando -en este caso corriendo- y os toca demostrar que el deporte está instalado en vosotros como un hábito saludable que os hace trabajar las virtudes. ¿Que no puedes correr? Pues andar sería perfecto y el médico de cabecera seguro que os lo agradecerá.

Un último mensaje: en esas 24 horas no se podrá jugar al balón en el campo de césped artificial ni alrededores. Estaré en tan precarias condiciones que mejor evitar choques o frenazos innecesarios. Muchas gracias por -en estas 24 horas- dar preponderancia al Atletismo frente al omnipresente Fútbol.

Mucho ánimo Juan, nos vemos del 23 al 24 de marzo ¡Estamos contigo!

Gracias y nos vemos en la pista, ¡Estáis todos invitados a esta fiesta del atletismo!

4 comentarios en “24 horas corriendo

  1. Me gustaria pasar a animarte, y seria una pasada poder correr a tu lado unas vueltas,soy uno mas de tus seguidores a distancia, que pensará en tu reto ese dia, deseando logres lo que te propongas…mucha fuerza desde Valencia…

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