El otro día veía por casualidad -en un programa de televisión- la entrevista que le hacían a una anciana de 92 años. Ella había vivido desde siempre en un pueblo de interior en la España vaciada y el entrevistador se estaba centrando en su condición de eterna solterona. Le contaba con mucha guasa que había evitado, ya en su juventud e incluso ahora, a hombres que se acercaron o se acercaban a ella con el ánimo de conocerla y festejar.
Afirmaba con tajante clarividencia que «ni malos, ni tontos». Estaba excluyendo -lo tenía claro- a los que tuvieran la característica de ser especialmente viciosos o tuvieran ideas sobre la vida alejadas del estándar de un coeficiente intelectual razonable. Esta aparente simpleza me dio qué pensar. La sabiduría popular de una persona de pueblo con pocos estudios me daba de nuevo lecciones de vida.
Al final va a resultar que hay que luchar por tener conocimientos (opinión formada) y una condición humana (bondad) que dé brillo a lo que la razón nos dicte como correcto.
Lo decía Jean Cocteau: cada uno acaba teniendo la cara que merece.
Y esa inteligencia y voluntad también se debería de poner al servicio de nuestro hobby. Correr es una manera estupenda de actualizar nuestra condición ser humano libre, inteligente y con una voluntad a prueba de bombas. Si corres se sobreentiende que trabajas las virtudes, que no te excusas en mil y una vicisitudes que justificarían el abandono. Si corres es porque ya en su día tu inteligencia te dictó que era la manera más eficiente, fácil y más al alcance de la mano para vivir una vida más plena.
BENEFICIOS DEL CORRER
- Liberas ENDORFINAS
- Bajas la ANSIEDAD
- Favorece el DESCANSO reparador
- Mejora la ACTIVIDAD COGNITIVA
- Funciona como RED SOCIAL
- Te enseña a SUPERARTE
- Cambia tu ESTILO de VIDA
- Es fácil, NO hay EXCUSAS
- Ayuda a ser más ORGANIZADO y DISCIPLINADO
- Mejora la AUTOESTIMA.
( Fuente: patri_psicologa)