Después de la forzosa reclusión de 48 días -marzo/abril- y con un mes de mayo de inevitables dolores musculares y de malas sensaciones frutos de la ansia viva, nos encontramos ya en el mes de junio teniendo ante nosotros un verano -julio y agosto- sin competiciones y con un calor asfixiante.
A mí me pasa, que me encuentro un tanto desubicado ¿Te pasa lo mismo? ¿Es lo normal?
¿Cómo planificar si -de momento- todas las fechas de las próximas carreras están como flotando? ¿Quién nos asegura que la maratón de Zaragoza se celebre el 8 de noviembre o que la de Valencia lo haga el 6 de diciembre de 2020? Y si se celebra, ¿En qué condiciones de viabilidad?
Mi consejo es claro. Vive en el presente. Organiza tu cabeza para que la ilusión no te abandone en tu preparación.
Recuerdo que tuve preparaciones para carreras importantes y llegado el día, se torcían por una indisposición estomacal o por alguna fatalidad que se escapaba a toda lógica. En todos los casos el trabajo nunca se tiró por la borda. Siempre hubo otra competición que se aprovechó de los entrenos que había acumulado en esos meses previos.
Ahora en junio me estoy preparando para lo que pueda venir. No sabemos la fecha concretamente cierta, pero nos tendría que dar igual. Vivo en el tozudo presente y disfruto de mi puesta a punto después de un mayo doloroso. Que cuando llegue el novio te encuentre con la lámpara llena de aceite para que nunca se pueda apagar la llama, no seas como las vírgenes necias que desaprovecharon su oportunidad.
Pasa lo mismo cuando hay oposiciones: aumenta la probabilidad de sacarlas si baja la ratio de candidatos por plaza ofertada. Pues bien, en este estado de lánguida y sutil hibernación, el que esté conectado activamente en su presente estará apuntalando un futuro lleno de recompensas.
¡Qué ganas de pincharme un dorsal!
Gracias maestro,ahora hemos aprendido que las tiradas largas pueden hacerse en 500metros y entre jardineras. Que las cuestas pueden hacerse repitiendo las rampas del garaje ,que correr con una bolsa de compra te evita problemas y que la actividad poco a poco se irá nornalizando pero de forma nueva
Gracias a ti Txema por echarle narices a la vida.
Comparto totalmente tu visión. Antes del confinamiento (1 semana antes de la media y 5 antes del maratón) me encontraba en el mejor momento de mi vida. Pare 3 semanas ( solo de correr) en las que descansé y luego tuve la suerte de conseguir una cinta donde pude hacer base tranquila, ahora he vuelto a empezar a mirar a los objetivos de noviembre y comparando los entrenos de ahora con los de los inicios de la preparación anterior, estoy a un nivel más alto. Así vuelvo a iniciar y disfrutar una preparación y si luego no se puede, pues habremos construido un piso más del edificio que servirá para más adelante.
Un abrazo Juan