Tengo suerte. No paro de encontrarme a personas que empiezan a correr. La bendita epidemia llega a todas partes. Todos tenemos un amigo, familiar o conocido que ha participado o piensa participar en una carrera. Son constantes los manotazos que da el ser humano a su aburrida y sedentaria vida.
Qué alegría presenciar la transformación de personas rechonchas, blandas y sin carácter, en otras con más autoestima, extroversión y con una actitud ante la vida más disfrutona. Os podría poner ejemplos concretos de personas que empiezan por un motivo fundamentalmente estético y acaban planteándose un Maratón. Tanto ellos como yo echamos la vista atrás y no se reconocen ni yo les reconozco.
La transformación es lenta y lleva tiempo. Pero como un tsunami, la ola entra lenta devastando tierra firme hasta que se rinden al embrujo de la liberación de endorfinas y la sensación de libertad y ligereza.
Pero siempre hay unos comienzos dubitativos. Un «mecaguenlá» que viene a ser un acto de tibia fe y una costosa autoafirmación sobre muchos actos buenos con la confianza de que algún día se conviertan en rutina y por lo tanto en acrisolada virtud.
Si eres uno de los que estás planteándote empezar de cero, aquí tienes unos consejos básicos:
Material
La inversión (fijaros que no digo gasto) fundamental será la compra de unas zapatillas adecuadas. La ropa en invierno también tiene su importancia, porque consigue que disfrutemos más y no nos pasmemos de frío.
Armonía
Es muy importante complementar la carrera con ejercicios de fuerza en el gimnasio. Fortalecer bien el tren inferior, el tren superior, abdominales y lumbares.
Paciencia, Consejo, Sabiduría, Constancia
Parecen las virtudes Cardinales pero no va hoy de ésto. Va de no tener prisa. Es mejor empezar despacio e ir asimilando bien los entrenamientos, que comenzar sometiendo al cuerpo a sobrecargas que tarde o temprano nos pasarán factura. La segunda regla de oro es ser constante con los entrenamientos, hay que seguir un plan bien equilibrado y no entrenar de forma esporádica: poner rutinas en nuestra ajetreada vida.
Una vez que ya soy capaz de correr hasta cinco kilómetros, ¿cómo puedo hacer para correr más rápido o “aguantar” más tiempo? La ayuda de un entrenador es interesante para plantear un trabajo progresivo y realista. Su experiencia hará que adecuemos medios a fines. Todo esfuerzo tiene se recompensa, siempre. Es importante ponerse metas a corto plazo. Para empezar con dos días a la semana sería suficiente.
Tú, que sólo corrías detrás del autobús, estás a tiempo de ser una perfecta corredora, nadie nació corriendo y el gateo es tu primera etapa. Tú puedes.
Me gusta leer el blog. Me siento identificado con muchas entradas pero nunca tanto como con ésta. Ánimo a los que empiezan, si son constantes entrenando no son capaces de soñar todo lo que van a vivir y disfrutar, lo lejos que van a llegar.
Luis, gracias por tus amables palabras. Así da gusto trabajar.
¡Gracias Juan por este magnífico blog! Me lo ha recomendado Alejandro Aniento al ir con una fascitis plantar por no tener ni idea de correr y me viene de maravilla. Tengo que pasar por la tienda esta semana a por unas zapatillas en condiciones así que espero ponerte cara.
Un saludo!
Gracias por tu comentario. Da gusto recibir muestras de «reconocimiento» y hacerme sentir útil. Se hace este blog con cariño, desde la experiencia de años y kilómetros y con la sensación de seguir aprendiendo de cada uno de los que leéis las entradas.
Un saludo y nos vemos pronto !