Me presento a mi enésima Maratón. Y ya no son un examen. Todas son premio y mi gran alegato. Todas son mi cumpleaños y mis cumpleaños los cuento por maratones. Pura fiesta.
Las ha habido de todos los colores. Desde el púrpura, por ser gloriosas, pasando por el color amoratado cuando deja un poso amargo como el desencanto y también de color anaranjado cuando he ayudado a alguien a conseguir su sueño.
Adoro el Maratón porque me aleja a cada metro de la frivolidad de la vida. Porque llegas, más pronto que tarde, a un punto de no retorno en el que empiezas a saborear el doloroso azufre de los excesivos kilómetros.
Ayer pensaba en mi próxima Maratón. Se juntaron la melodía de mi Mp3 y la acumulación de mi memoria e imaginación. La Maratón y yo ya llevamos muchos años de relación, somos amigos, más aún, viejos amantes. Ya lo decía el gran poeta Pedro Salinas:
No quiero que te vayas dolor, última forma de amar. Me estoy sintiendo vivir cuando me dueles no en ti, ni aquí, más lejos:en la tierra, en el año de donde vienes tú,en el amor con ella y todo lo que fue.En esa realidad hundida que se niega a sí misma y se empeña en que nunca ha existido,que sólo fue un pretexto mío para vivir.Si tú no me quedaras,dolor, irrefutable,yo me lo creería;pero me quedas tú.Tu verdad me asegura que nada fue mentira.Y mientras yo te sienta,tú me serás, dolor,la prueba de otra vida en que no me dolías. La gran prueba, a lo lejos,de que existió, que existe,de que me quiso, sí,de que aún la estoy queriendo.
Hasta el kilómetro 30 todo tiene un color amable -el rosa que acompaña a los aperitivos- pero tras él la luz es tan intensa que borra todo color, el dolor y la desesperación por terminar hace que las carencias y el abandono te abracen fuerte y todo duela sin matarte. Me enternece siempre encontrarme de bruces con mi amante y la recibo sin reproches.
Te tengo ganas. Mi amada me llevará al cielo y me acunará con su particular manera de querer. Ya lo decía mi buen amigo Pedro Salinas:
“La forma de querer tú, es dejarme que te quiera”.
«Piano piano si arriva lontano«. Espera mi amada, que ya llego.
Suerte en tu maratón.
Lo grandioso de esta prueba es su simplicidad, es volver a lo primario y olvidarse de todo lo que nos parece importante.
Es sencillamente una aventura.
Gracias Luis. En la sencillez está la belleza. Un abrazo y nos vemos pronto.
Mucha suerte Juan. Empatizo con tus sentimientos. Me ha gustado tu relato.
Muchas gracias Jorge. Iremos a disfrutar como bien sabes. La cuestión es no parar.
Mucha suerte Juan !!
Que lo disfrutes !!
Santiago !!!!
Lo hemos disfrutado un montón. Ha sido un viaje redondo. Por la ciudad, por la compañía y por la carrera.
3.42 se dice pronto. Cómo le decía: «Cree en ti…. y haz que suceda».
Un abrazo
Juan Romero