Hay días en los que correr no supone esfuerzo. Sin previo aviso, todo fluye y nada cuesta. Plenitud armónica para el que -sin saberlo- está conectado. Nuestros pensamientos se aquietan y la belleza del momento presente se convierte en un inmerecido regalo.
Traté esta cuestión en la entrada De la ternura, el arte y la curva pero mejor lo escribe Pablo D´Ors en su «Biografía del silencio» cuando dice que el arte y la meditación nacen de la entrega y nunca del esfuerzo.
Porque mientras que el esfuerzo pone en funcionamiento la voluntad y la razón, la entrega, en cambio, pone a la libertad y la intuición. Y yo me pregunto como podría entregarme sin esfuerzo…
Los chinos manejan el concepto wu wei que significa «hacer no haciendo». Consiste en ponerse en disposición para que algo pueda suceder, pero sin hacerlo tú directamente forzando su arranque, desarrollo o culminación. Cuando uno se entrega completamente a lo que hace, nada resulta gravoso, todo parece ligero. La dificultad se percibe cuando la entrega cede y se hacen las cosas porque toca y sin sentido.
Hace tiempo llegó a mis manos un listado de 100 palabras que definen la vida de un deportista. Las leí de arriba a abajo, de derecha a izquierda, en diagonal, por activa, por pasiva y por perifrástica. Las agrupé en función de estas dos categorías:
Esfuerzo: Rivalidad, victoria, responsabilidad, trabajo, rendimiento, método, rigor, objetivo, fortaleza, valentía, dedicación, firmeza, abnegación, empeño, convicción, coraje, superación, planificación, afán, futuro, lucha, tristeza, lágrimas, derrota, revés, decepción, sufrimiento, renuncia, fallo, debilidad, dolor, preparación, intensidad, entrenamiento, precisión, éxito, triunfo, sudor, aguante, control, agotamiento, repetición, concentración, resistencia, medicina, diagnóstico, meta, competición, constancia, sacrificio y disciplina.
Entrega: Ilusión, generosidad, compañerismo, formación, técnica, identidad, gloria, amistad, respeto, innovación, motivación, impulso, educación, juego, esperanza, familia, fe, duda, empuje, decisión, potencia, alma, armonía, entusiasmo, mérito, perseverancia, oportunidad, tiempo, miedo, corazón, gratitud, satisfacción, hidratación, suerte, talento, confianza, pasión, compromiso, vocación, felicidad, salud, descanso, alimentación, vida, ánimo, diversión y alegría.
Si has sobrevivido a la lectura de tan largo elenco de palabras, estarás en disposición de pensar sobre cómo afrontar cada metro que corres a diario. Aventura apasionante la de entregarnos al amor por correr, ésa es la que os recomiendo.
Juan: veo que en poco tiempo te nos unes al grupo de los que corremos con menos «esfuerzo» y más «entrega»… los minimalista, jajaja, te esperamos…
Un saludo, muy buena reflexión.
Hola Fermín: Gracias por tu comentario. Estoy convencido que la vida de un corredor pasa por muchas etapas, tantas como tiene la vida. Un abrazo y muchos kilómetros.
Buscaremos la entrega……………..seguiremos buscándola, supongo que pq estoy en la etapa todavía inicial de obtener pocos resultados, a pesar del esfuerzo y la voluntad………………la razón sigue estando ahí demasiado tiempo en los km, no se va y desaparece……………seguiremos buscando esa entrega, porque cuando llegue, habrá un punto de inflexión.
un interesante artículo
keep running!!!!!!!!!!
Gracias Esther. La perseverancia es la solución a muchas preguntas. Un abrazo. Juan Romero.