El remate

Ponte en situación.

Utiliza la imaginación y la memoria para verte en la parte final de una competición, ya sea de 5, 10, 21 o 42 kilómetros. Has llegado a ese punto, un poco más allá de las 2/3 partes del total de la distancia, en el que después de haber seguido el plan, obedeciendo el ritmo previsto por el entrenador o por los tests que has hecho en los entrenamientos previos, debes de gestionar el último tramo de la carrera que representa tan solo 1/3 de la distancia. Tienes que poner las últimas piedras sin que te tiemble el pulso.

Imaginemos, un domingo cualquiera, a Cristiano Ronaldo o a Lionel Messi.

En el caso de Ronaldo, el balón centrado desde el lateral llega mansamente en una parábola blanda y perfecta a sus dominios. Se eleva por encima del defensor y echa hacia atrás su cabeza como si de un percutor de revolver se tratase. Parece recrearse en hacer coincidir su bote con el punto más alto que alcanza el esférico. La gradería se levanta excitada anticipando el gesto y parece que el vaivén de la red ya se haya producido. Los decibelios del rugir de los seguidores en sus asientos aumentan segundos antes de que Cristiano contacte y remate a portería. Medio gol ya se adivinaba cuando iniciaba el brinco.

Messi-Ronaldo

Imaginemos ahora que le llega a Lionel Messi un balón en el vértice del área grande, comienza una vertiginosa diagonal por los límites del área pequeña arrastrando a toda la defensa contraria que intenta detenerlo. Dribla a los oponentes y se escora hacia el palo opuesto. Justo en ese momento, en un rápido escorzo clava la pelota junto al palo donde nada puede hacer el portero. Nada más empezar la jugada y en el momento en el que Messi pega la pelota con loctite a su bota recorriendo los primeros metros, el público se pone en pie y brama imaginando el feliz desenlace. Sólo queda el remate final, medio gol ya se ha producido cuando arrancaba con determinación hacia la portería.

Al igual que ellos, hay un momento en nuestras competiciones en las que se vislumbra el final. Hay que rematar y que no se nos escape el tan deseado gol de una mejor marca, de un mejor puesto, de un buen resultado. La excitación y el nerviosismo nos invaden y pudieran bloquearnos o crisparnos. Lo racional nos ha llevado a ese momento y ahora las tripas deben de tomar el control de la situación y sacar de dentro el mejor de nuestros temperamentos.

maximo-esfuerzo-en-el-final-de-la-carrera-femenina-de-3000-metros-obstaculos

 

Mente clara y ánimo dispuesto. Precisamente ahora, a darlo todo. A eso vinimos.  El coraje y el instinto asesino del que aspira a rascar un mejor puesto o esos segundos que hacen que una carrera sea una obra de arte. Hay que someter a la euforia, hay que aguantar el dolor, exigirnos con la dulzura del que piensa que el dolor desaparece pero la gloria perdurará en la memoria.

No es momento de sesudos pensamientos, de ningún reproche o ningún por qué. Los Ojalás ya no cuentan, ahora se trata de acabar el trabajo empezado y poner las últimas piedras. Gastar las energías como si fueramos un limón que se está exprimiendo y que, al cruzar la linea de meta, no tiene mucho más zumo que ofrecer.

Rascar en la corteza del sufrimiento e imaginar a un público entregado en la consecución de nuestro mejor gol. ¿No los oyes?

6 comentarios en “El remate

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