Tarea prioritaria: ¡Conoce tus límites!

Hace siglos Heráclito dijo  «Conócete a ti mismo» y hoy en día se podría concretar más certeramente en descubrir, cuanto antes, dónde están tus límites. Si de algo sirve correr es para, entre muchas más cosas, ayudarte de manera admirable a conocerte.

En la entrega y en el esfuerzo aprendes a enfrentarte a la vida. Admitamos que estás en constante proceso evolutivo y que nunca dejas de aprender. Tienes que estar de acuerdo en que hay tres pasos para consolidar un cambio vital: conocerse, aceptarse y luchar. Eso de rondar los límites físicos tiene ventajas, te acerca al rubicón existencial de lo mental, lo moral e incluso lo espiritual.

Habría, a mi entender, tres niveles de realidad:

En primer lugar, en un estrato básico estaría la realidad de los cambios que se producen cotidianamente en nuestras vidas y que son inevitables: crecemos, padecemos enfermedades, experimentamos el dolor, hoy puede que llueva… Es el día a día.

En segundo lugar estaría la capacidad que tengamos de readaptar los cambios e insertarlos en el sentido de nuestra vida: un cambio de trabajo, de ciudad, de novia,… aspectos probables por el simple hecho de vivir. Nos pasan cosas, es la existencia

Y,  por último, un tercer escalón en el que estaría el poder de la voluntad humana para vivir los cambios como algo intencional o que tiene una finalidad. Sería el caso, por ejemplo, de transformar a alguien de una inicial categoría de amiga/o a la de enamorada/o. Cuando pasas del blanco al negro aceptando sus grises. Cuando detienes el tiempo para comprender la vida y comprendes que la realidad no siempre está evidente y al alcance de la mano.

 

Saber lo que somos hoy y soñar con lo que queremos llegar a ser. No poner puertas al campo pero ir paso a paso y sin precipitaciones. No llevarnos frustraciones evitables y totalmente innecesarias. Nos invita a entrenar con cabeza y a dotar a nuestros  pasos de sentido. Trascender. Darnos de bruces con la finalidad de todos nuestros avatares, los buenos y sobre todo los malos que de esos abundan a manos llenas. Correr nos acerca a lo feo de la existencia, a lo que a priori detestaríamos sin duda: cansancio, dolor, frustración, incomprensión….y lo transformamos en descanso, gozo, autoestima y nos lleva, de paso, a aprender a comprendernos.

Al correr experimentas el dolor. Incluso más a mano que eso: te cansas. Pero el deporte te ayuda a descansar cansándote. Nos lesionamos, nos enfrentamos a la lluvia, al viento, al frío o al calor intenso. Al correr necesitamos ponernos retos que cumplir y para ello hacemos entrenamientos voluntariamente difíciles pero eficaces. Si tienes algo de sensibilidad adorarás tu momento de soledad. Mimarás ese rato en el que la paciencia, la constancia y el esfuerzo se dan abiertamente la mano.

Mis límites ahora pueden ser distintos a los de la primavera. Los del invierno pasado a los de este verano. Mis límites actuales son distintos a los de mi juventud. He ido reformulando con la realidad que tantas veces es incómoda. No nos gusta menguar, nos rebrincamos. Vivimos de deseos pero ay de nosotros si difieren en mucho a nuestra realidad. Los estímulos siempre proporcionales, progresivos y nunca nunca por encima nuestra actual y tozuda limitación.

5 comentarios en “Tarea prioritaria: ¡Conoce tus límites!

  1. Buenas Juan,

    corredores, una raza especial, eso si, rara.
    Cuando volví a correr hace 6 años, ya me dijo el FISIO, no corras que tus rodillas te dicen que no corras. Es malo correr para las rodillas.
    Algún traumatólogo, con la hernia de la L4 me recomendó correr poco.
    No estaba satisfecho con la idea de NO CORRER, me daba satisfacciones y un bienestar al que no era capaz de renunciar. Y espero no renunciar. Quizá otros lo habrían dejado, es la opción más sencilla. Pero es que además soy Tauro y maño.
    Aquí estoy, sigo estando muy lejos de la élite pero aún y con todo hago una media de 25 km semanales, fortaleciendo los grupos los musculares que necesito, estirando a conciencia después de cada «trote» y tratando de mejorar la técnica y conseguir ser un corredor más «económico».
    Al mal tiempo, buena cara y antes las adversidades, flexibilidad y capacidad de adaptación.

    Saludos y nos vemos en los caminos/calles.

  2. Hola Juan:
    Llevo 32 dias parado con molestias en una rodilla. Y cuando vuelva intento mentalizarme de que tengo 49 años y los años no perdonan. Pero por nada del mundo quiero dejar de ponerme las zapatillas cada dia y entrenar como lo he echo hasta ahora.
    sera lo que tu dices. Los limites tendran que ser otros y conformarse.
    GRANDE JUAN

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